Nunca se termina de aprender!...

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...Mi trabajo es hacer preguntas poderosas…y movilizar a las personas, desde un punto de inercia, de comodidad y confort, a otro espacio, de aprendizaje y nuevas posibilidades...

sábado, 10 de agosto de 2013

El lado revelador de un "problema"



Un quiebre es toda circunstancia que detiene el devenir cotidiano y nos saca del fluir habitual de nuestra existencia. En él, algo se detiene y entonces la circunstancia nos saca de la transparencia o del automatismo con el que hemos estado viviendo. Los hay de diversos tipos, tan simples y mundanos como la caída de una tapadura en nuestra dentadura, hasta aquellos que se manifiestan tan disruptivamente como la muerte. Similar a lo que algunos llaman "problemas", la distinción de quiebres les permite escaparse de esa connotación necesariamente negativa al que el problema hace referencia. Los quiebres serán vividos como "positivos" o "negativos" según como interpretemos que alimentan las posibilidades a nuestro alrededor!

Llevo un día y medio sin poder caminar como lo hacía todos los días (el quiebre). La simple extirpación de un lunar en mi pie derecho ha significado estos días la posibilidad de poder observar con nitidez un sin fin de situaciones que en la transparencia del día a día siempre han estado ahí, pero que el quiebre viene a desempañar. Si tuviera que resumir, este quiebre me conecta fuertemente con la emoción del agradecimiento.

Como primera cosa, este quiebre me ha permitido conectarme directamente con mi corporalidad. La enfermedad tiene, aunque parezca extraño, esa generosidad: mostrarnos nuestro cuerpo, sacarlo de la transparencia y conectarnos con la importancia del órgano o sistema enfermo. En mi caso, han sido horas de aprender a valorar el trabajo esforzado del pie. Aquellos que al caminar, uno a uno, sujetan todo el peso de tu cuerpo en cada paso. Si alguna vez te has hecho un pequeño tajo en la mano, sabes de lo que hablo. Imagino como puede una enfermedad mas grave entonces abrirnos tantas conexiones. 

Mi otra pierna, ha suplido el trabajo de la que no he estado apoyando, es increíble como hasta los músculos empiezan a "aparecer". Sabes ahora que están ahí, mas bien los sientes. Tan revelador como los dolores después de mucho tiempo sin ejercitar, esos que te cuentan que tienes músculos diversos por todo tu cuerpo.

Pero lo realmente revelador de un quiebre por pequeño o grande que sea, creo que está en seguir desempañando cosas mas allá. Incluso los quiebres ajenos abren siempre la posibilidad de mirar nuestra propia existencia y poner algunas cosas en la balanza. Un quiebre siempre nos abrirá alguna posibilidad: que se manifieste lo que ha estado ahí seguramente desde siempre. Incluso de mirar aquello que nos falta! Las demostraciones de afecto y el cuidado de otros es un ejemplo. En casos en que el quiebre es aún mayor, probablemente se activan con mayor fuerza las redes y las demostraciones de amor, cuidado, afecto y apoyo. Aún así, en los casos en que estas no se manifiestan, entonces aparece la posibilidad de mirar nuestras redes internas: las propias herramientas, fortalezas con las que contamos o no -muchas veces desconocidas por nosotros mismos- para hacer frente a las circunstancias que nos acontecen. Gracias a esta mirada es que en ocasiones hemos podido sentirnos orgullosos de nuestros recursos internos. La resiliencia para que se manifieste necesita de la sentencia de "quiebre".

Este trabajo de conexión que hace el quiebre puede llevarnos al menos a dos lugares: llevarnos directamente al ego y tan solo conectarnos con lo querido y apreciado que somos, o lo desatendidos que estamos. O llevarnos a un lugar verdaderamente mas placentero y conectarnos con el agradecimiento. Aunque parezca tonto, realmente he agradecido a mi pie y mi pierna izquierda el estar ahí, sanos. He agradecido la salud del resto de mi cuerpo. He agradecido tener las amigas que tengo y su ayuda generosa en los asuntos cotidianos, agradezco el amor de mis niños y sus cuidados demostrados en detalles, la preocupación de mi familia, incluso las bromas de mis cercanos.  Agradezco a este pequeño quiebre la posibilidad de mostrarme todo lo que he visto!

Y esto no solo termina ahí, el agradecimiento es de esas benditas emociones boomerang.... de lo que va y vuelve. Nos lleva sin duda a un espacio de reciprocidad riquísimo y espontáneo. La enfermedad devuelve el agradecimiento con el propio cuerpo en forma de autocuidado. El agradecimiento a otros, así como el amor, es también la emoción vinculadora por excelencia!!! 

Cuántos quiebres has tenido últimamente que te han brindado este regalo? 
Cuántos te han permitido una re-significación?

miércoles, 10 de abril de 2013

3 X 1

Si conversar de a dos no resulta a veces fácil. Imagínese conversar de a tres. Peor aún si esos 3 son parte de una misma persona.  
Inspirada por mi amigo Jorge Milla, abro esta mi conversa interna que quizá refleje la inquietud de muchas de mi género que intentamos hacer danzar muchos roles a la vez.
Dejemos a mis otros roles descansar por un rato. Hoy el escenario es para la mamá, la trabajadora y el coach que soy.
 Aquí, entre parodia y parodia, la verdad se asoma: 


-Mamá: "Quien me manda a meterme en tanta cosa, si podría estar feliz regando el pasto de mi casa, acompañando a los niños y sin viajar tanto. Se me viene un año difícil, no se si seré capaz. No quiero descuidar la responsabilidad con los niños y el colegio"
-Trabajadora: "Que año mas fantástico se viene, será duro pero me siento feliz de estar vigente ahí en la oportunidad. Solo es cuestión de organizarse mas que el año pasado y ya está!"
-La conversa interna de Coach: Desde dónde habla cada una?.. esta mamá parece sentir miedo, la trabajadora habla desde el entusiasmo. 
Quien tiene el quiebre aquí? solo una, ambas? Cuál es el quiebre de cada una?

-Mamá: Es que me da pena a veces no estar mas presente y acompañarlos, ser mas mamá, ayudarles siempre con sus  tareas, poder siempre estudiar con ellos....
-Trabajadora: Pero si estoy haciendo que sean mas autónomos, que aprendan a responsabilizarse también por sus cosas, no siempre vas a estar. Además, no podría imaginarme sin este ritmo ágil. Se que esta pega es a veces ingrata, nos aleja mucho de casa. Me he puesto un límite, pero es que este año parece demandar mas....
-La conversa interna del Coach: Que debe aprender cada una para que puedan funcionar como un todo? quizá sin culpa y en bienestar?

-Mamá:  (a la trabajadora) es que tu las quieres todas! te metes en las patas de los caballos y me asustas a veces! No piensas que me agotarás? ya estoy soñando por tu culpa, estresada por lo que eventualmente vendrá....
-Trabajadora: y que me dices de ti? Acaso no puedes organizarte mas? Miles de mujeres trabajan a un ritmo aún mas intenso! y te acobardas por 3 días de viajar? Si no fuera por mi, estarías aburrida en casa. Te acuerdas de los primeros años que solo fuiste mamá? Yo te he dado grandes alegrías. 
-La conversa interna del Coach: Como las conecto con lo apreciativo? que dejen de recriminarse e intenten construir algo conjunto desde lo grande que hay en cada una de ellas:

La Coach interviene:  MUESTRAME ALGO QUE VALORES DE LA OTRA, ALGO QUE SIN ESO, TU NO PODRÍAS SER  EN PLENITUD?

-Mamá: mmmmm.... bueno.... ella tiene garra, siempre tiene ganas, es puro entusiasmo y energía. Pone pasión en lo que hace, inventa cosas, no se aproblema a la hora de aperrar, pone todo y le gusta la impecabilidad!
-Trabajadora: mmmmm... bueno.... es cuidadosa, tiene un ritmo relajado, light, se descomplica con facilidad en lo que no le parece relevante, vive el momento, la veo disfrutando mas el ahora con los niños, aprecia la tranquilidad, tiene humor y se chasconea mas....

La Coach interviene: mmmm... parece que son bien distintas! Entonces... escucho que quizá les gustaría traer para su rol, algo de aquello que la otra tiene? les hace eso sentido?

-Mamá: si, claro! quizá me falta poner mas de su entusiasmo en aquellas cosas de mi rol que a veces no son tan gratas, como las reuniones de apoderados y la participación en el colegio, por ejemplo. Organizarme mas, como se organiza ella....si, puede ser...
-Trabajadora: si, claro...en mi caso creo que me hace falta ese lado chascón de ella, soltar la exigencia a veces.... tomarme las oportunidades con mas relajo, ir mas despacio por la vida... quizá.

Interviene la coach: COMO SERIA ESTE 2013 SI AL ESTILO DE CADA UNA, LE PONEN ESTOS INGREDIENTES TOMADOS PRESTADOS DE LA OTRA? ....SE ATREVEN A PROBAR?

YO: Acepto el desafío! Contenta de integrar y sumar, mas que restar una parte de mi.

Gracias Jorge Milla porque mientras escribía este post, me díó espontáneamente un sin numero de luces!!!
Otras preguntas que se hizo la coach:

Cual de las dos no quiere ceder? que siente que pierde si cede un poco mas?
Cual es el dolor de la mamá? es dolor de la perdida de espacio con los niños o es dolor de no poder responder a su deber ser?
Como está siendo la trabajadora? quizá un poco egoísta?
Que es lo que ambas juntas no están viendo? que solo ven por separado?
Como construir juntas un 2013 sin sobreexigirse y afligirse aún mas?
Quien tiene que aprender a decir que no?
Quien tiene que reencantarse?
Como cada una reencanta a la otra?
Que ayuda necesita cada una de la otra?

Para mi, grandes preguntas a mi misma..... los invito a "jugar" y enviarme sus preguntas.

jueves, 21 de febrero de 2013

Confiar... Soltar...Volar




La tranquilidad asociada a la costumbre de tener el control es a veces una pseudo-tranquilidad.
Vivir en ese ejercicio puede ser bien desgastante. Lo dice una "sabionda" en el tema.


Los que andamos en ésta, entienden que el miedo es una emoción que "parecemos" conocer poco, pues poco nos aventuramos a encararnos con él... Pero en verdad estamos bien acostumbrados a hacerle el quite a ese miedo que convive en nosotros cada vez que el control juguetea y se nos pierde de vista. Ya saben, somos maestros de eso que llamamos "riesgos controlados". 

A vista de muchos parecemos bien valientes... Pero le hacemos al miedo un crossover - como en el básquetbol- tooooodo el tiempo.


Hace mucho tiempo estaba atravesada con la idea de atreverme a volar! Algo tengo con las alturas, simplemente me encantan! Pero ¿volar? Y lo peor...¿Depender de la pericia de otro? Y que tal si ese otro... Se equivoca.
En esa estuve varios años, desde la comodidad del espectador.



Confiar es todo un tema para el que gusta del control. ¿Acaso un otro puede ser lo suficientemente competente?
El cuidado es otro buen tema: ¿Puede un otro cuidar mejor de ti que como lo haría uno mismo?
Uf! Como buena amiga del control, excusas tuve miles.



Solo hasta hoy. Hoy decidí soltar. Me levanté empecinada a entregarme a la experiencia de volar en Parapente y no hacer nada. He ahí el detalle: no hacer nada, solo dejarse llevar. Confiar absolutamente en el piloto instructor. Solo disfrutar del mas bello paisaje que he visto en altura.... Un Maitencillo delicioso!



Pero no hay goce gratis en esto!
Dormir la noche anterior medio apretada y ansiosa honró a mi coherencia todo el tiempo. Un cuello duro por la mañana y unas cuantas imágenes medio fatalistas cruzaban a ratos mi traidora mente. Era don miedo, ese que como por tradición familiar lo tenemos un poco sobrevalorado diría yo. Ese al que se le asocia y agradece por la prudencia. Ese que tengo bien a raya en mi vida, pero que es bien compañero mío ("pa callao")


Camino al centro de parapente, la boca se fue secando y el corazón se apretaba un poquito mas. ¿Pero cómo? ¿El mismo cuerpo que es tan partner mío ¿ahora quería sabotearme? Como diciendo: "no te tires lesa, no es necesario!" Un poco de cosquilleo en las piernas mientras firmaba una autorización de vuelo que desligaba de toda responsabilidad a mi piloto y una sensación térmica de mas frío que de costumbre, me hacían darle otra vuelta. 


Ahí está el problema, con los años me he dado cuenta que a veces pienso demasiado!



Entonces recordé ese aprendizaje que incorporé a mi vida el 2009: JUGAR ... Y disfrutar!
Solté varias aprehensiones! Para cuando las había soltado, el piloto al que yo había liberado minutos  antes de toda responsabilidad, estaba ahora liberándome a mí de mi propio miedo... Y comencé a volar. Me sentí liviana no sólo en el cuerpo, entendí que eso era la liviandad.



Disfruté como un niño. Me reí cada vez que sentí el llamado a hacerlo. Abrí mis brazos como un pájaro y percibí cada caricia del aire frío en mi cara. Aprecié cada pequeño ser humano en la arena, lo infinito que se ve el cielo desde la altura, los distintos colores del mar y cada sensación que le regalé a mi cuerpo en esta experiencia! Acallé la mente un buen rato, pues este era mi momento, no el de ella .... Le saqué la lengua a mas de alguna presumida gaviota....volé sobre un bosque de pinos y admiré las curvas de acantilados de rocas que a pie sería imposible llegar.



Y fue increíble!!!
Agradecida de confiar ... cumplí un sueño!

Aterricé medio tiritona, ¿pero quién dice que no se puede tiritar de tanto gozar? Bueno. Un poco de miedo subió conmigo a volar. Seguro no es llegar y despojarse así como así de un viejo amigo y compañero.

"De lo bueno, poco"... Mentiiiiira!
"No hay primera sin segunda"... Esa creo que me gusta mas!