Nunca se termina de aprender!...

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...Mi trabajo es hacer preguntas poderosas…y movilizar a las personas, desde un punto de inercia, de comodidad y confort, a otro espacio, de aprendizaje y nuevas posibilidades...

sábado, 13 de agosto de 2011

Mas allá de nuestro horizonte...


Desde la comodidad de mi casa, me transporto lejos, muy lejos, al desierto del Sahara...Y me pregunto...¿Cómo será vivir como un Tuareg? Descalzo, por el desierto...vestido de azul,
el color del mundo para los Tuareg...el color del cielo
Nómada...errante....junto a mi camello.

¿Que le dirá el silencio a un Tuareg? ese silencio inmenso del desierto.
Ellos dicen, que si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón
¡¡Y que no hay mejor lugar para hallarse a uno mismo!

¿Cómo será despojarse de todo actual paradigma?
para vivir lo completamente diferente
¿Cómo será aprender a olfatear el aire?
a escuchar la arena
a agudizar la vista,
a orientarse por el sol y las estrellas
o dejarte llevar por el camello
aquel que si te pierdes...te llevará a donde hay agua.

El mismo tiempo es otro en el desierto
No hay relojes y nada parece apremiar


Y comienzo a valorar de una manera diferente lo que tengo
Así como advierto que hay tanto que sobra...y que está de mas....

Por un rato, seré un Tuareg
o al menos intentaré serlo
Solo para conectarme con el sentido de lo nuevo,
de lo desconocido...
y de lo que no es artificial

Por el puro gusto de desafiarme, e ir mas allá de mi horizonte, de mi esquema mental.

Pero no necesito viajar tan lejos para encontrar vivencias diferentes
bastará quizá con "tomar prestados los zapatos del vecino"
y observar....

Puede que yo nunca aprenda a olfatear el aire
ni a escuchar la arena
Pero ya sé que alguien sobrevive así en algún remoto lugar

Me topo a diario con horizontes tan distintos
y mi trabajo es no juzgar
porque he aprendido que aunque estemos muy cerca
no hay nunca dos maneras de vivirse el mundo igual.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Maricel, Acepto tu invitación a ampliar mi horizonte...tan solo desde la comodidad de mi terraza quiero optar por la aventura de sentirme un tuareg. Me dejaré caer sobre la hamaca, me dejaré llevar por su propio movimiento, observaré las estrellas, la luna, las nubes y a "moi", en completo silencio, con suerte solo escucharé la brisa nocturna. Mi lugar físico no será el mismísimo desierto, es cierto, pero en mi mente probablemente si será el lugar preciso y express para intentar sentirme un tuareg, solo por mi gusto de desafiarme constantemente y esta vez será a mi propios paradigmas, mis propios límites, mi imaginación, a mis esquemas, mi sentir... exploraré que quiere mi ser, no atenderé sus prejuicios, solo escucharé desde que lugar quiere estar... seguirá del lado del deber ser? o del otro costado del querer ser? le preguntaré... no será la hora de hacer un cambio? como sería vivir mi propia vida, no tan solo con mirada diferente a mis otros, sino mi propia vida de otra manera, o con otra mirada y horizonte? o tan solo un poco distinta? o... no sé... tal vez se me aparezca otra idea... porque no?
Alla iré... esta noche...en busca de sentirme un perfecto tuareg... abierta a descubrir y seguir des-cubriendome. Gracias por tu movilizadora idea!! Un abrazo, Micky Santibáñez.

Maricel Chinchón Romo dijo...

Micky, ese proceso del que hablas lo iniciaste hace rato y creo que todavía te sigues sorprendiendo. Felicitaciones por eso! Que no sea solo un proceso "desde tu terraza" ... llévalo a todas partes contigo. Dado que en ti rondan muchos espacios posibles... te imaginas como sería jugar a andar "desprejuiciada" en ellos? Tomando lo que tenga que tomar para aprender... Besos para ti!