Nunca se termina de aprender!...

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...Mi trabajo es hacer preguntas poderosas…y movilizar a las personas, desde un punto de inercia, de comodidad y confort, a otro espacio, de aprendizaje y nuevas posibilidades...

lunes, 3 de mayo de 2010

Analfabetismo emocional o Alexitimia…¿basta con solo ponerle nombre?

Un interesante artículo aparecido en la Tercera del Domingo, hablaba sobre este fenómeno con un matiz distinto al cual se le ha tratado frecuentemente. El tema suele ser abordado solo desde la medicina como un fenómeno neurológico a modo de una lesión cerebral. Sucede que al explicarnos todo desde esta perspectiva, lo que hacemos es echarnos en los laureles y decidir mirar el fenómeno desde esa distante postura. Que mas, si nada podemos hacer….entre cuerpo calloso y hemisferios izquierdo-derecho, mas una lesión a nivel de no se que y la falta de dopaminérgicos…..ya está! Sería.

Pero menos mal este artículo deja una leve esperanza. Un porcentaje de estas personas aprenden en su infancia que sentir tales o cuales emociones “no es bueno”, “no es adecuado”, comenzando a reprimirlas. Si bien sabemos que en el funcionamiento cerebral normal no podemos dejar de experimentar emociones, estos niños crecen bloqueándolas. De ahí que su habilidad para reconocerlas y nombrarlas sea inexistente. Carecen de herramientas para decodificar sus emociones.

Menos mal que así como aprendemos, podemos desaprender! Y volver a aprender. Pienso que todos en algún grado somos analfabetos emocionales. Por ello creo importante no solo externalizar ni biologizar el fenómeno…pues a todos nos toca en mayor o menor medida.

Cuando comencé mi proceso de aprendizaje transformacional ACP juraba a toda costa no tener grandes miedos, era una emoción francamente casi desconocida por mi. Podía mencionar pequeños miedos, hasta ridículos, pero no identificaba la emoción en toda su dimensión como una emoción parte de mi historia de vida. Así también con la envidia, que podía decir, si francamente “nunca la había sentido”. Fue en mi proceso de Coaching individual y gracias a mi Coach y a mi grupo de trabajo, donde aprendí a mirar estas emociones y a reconocerlas…en mi! Y mira si es linda la vida…. Todo de alguna manera calzaba con el discurso familiar en el cual crecí! Hoy saber que he sentido miedo y que el miedo está ahí frente a ciertas temáticas me ha permitido valorar más lo que poseo, aventurarme a mirar el futuro con otros ojos, a revisar mis recursos internos y mis juicios de posibilidad frente al mañana. Carearme con la envidia y reconocer que la he sentido ha sido un regalo, me ha iluminado esa parte del camino que tiene que ver con mis aspiraciones y lo que quiero de mí y de mi vida. Y es que cada emoción surge en nosotros por algo. Son como alarmas que se encienden para que no olvidemos de donde venimos, a donde estamos y para donde vamos.

¿Educamos a nuestros hijos en la emocionalidad? ¿O más bien la castigamos? ¿Agradecemos cuando un hombre abre su corazón y rompe en llanto? ¿O queremos rápidamente verle sonreír pues nos incomoda y aterra ver un hombre llorando? ¿Inculcamos el silencio interior para reconocer nuestras emociones o preferimos prender la tele a todo volumen para evadir nuestras frustraciones?

Vivimos en una sociedad donde nos queda mucho por aprender de las emociones. Y resulta que en un mundo de decisiones, las emociones son claves necesarias para evaluar el peso emocional de cada opción. Sin ellas, no podemos decidir! Es lo que ocurre en la “ceguera afectiva”.

Aún somos renegados y hemos querido desertar de nuestra emocionalidad. Si este fuera un blog de Management o estrategias duras yo te aseguro tendría más seguidores… pero hablo de emociones. En muchas empresas hablar de ellas aún está vetado. Los negocios “deben ser” fríos y concretos, se rigen por números, datos duros, no tanta “palabrería”. Pero digo aún, pues menos mal hay muchas organizaciones que ya han comprendido que no es posible ser empresa consciente desconociendo que hay en el alma humana. Y el cuerpo sin alma, les aseguro …no trabaja!

Los invito entonces-como diría Levy- a ser viajeros amorosos en el camino de su mundo interior!


Un fragmento de este artículo fue publicado en: www.culturizando.com
http://www.culturizando.com/2011/06/analfabetismo-emocional-o-alexitimia.html

3 comentarios:

Rodrigo Silva Ortúzar dijo...

Lamentablemente, nos enseñan que las emociones hay que "controlarlas" y no dejarse guíar por ellas. Para muestra, el Presidente Piñera que se jacta que su éxito se ha basado en no ser emocional.

Ahora, basta ver cómo el cuerpo le pasa la factura...

seba vidal dijo...

Gran parte de lo que comentas es la base de nuestra sociedad occidental. A los niños se les reprimen sus emociones. todo lo que sirve está del cuello para arriba y el cuerpo es acccesorio. Incluso a los adultos les cuesta mucho reconocer esto, mirarse a los ojos, realizar un trabajo corporal, un trabajo emocional. Después compartiré una experiencia que tuvimos con profesores...

Abrazo.

Maricel Chinchón Romo dijo...

Amigos...se me ocurre un juego: cada vez que estemos colocando mucha cabeza a algo hagamos "stop", y chequiemos que emoción o emociones están en mi en ese momento...de seguro ellas nos darán buenas luces de que decisión tomar, hacia donde mirar, que cuidar, a que darle foco. Si supiéramos interpretar mejor cada emoción, lo potente que podría ser eso para nuestras vidas!
Gracias Yoyo, y Seba, te invito a quedarte en este espacio!Está muy relacionado con tu trabajo y el de Orogris.